viernes, 25 de junio de 2010

Mi niña Lola


Pienso en aquella soledad que me erizó la infancia; ésta que me busca a mí; y yo busco al otro a quien amar para que me amen como a la niña Lola en el anhelo de desprender este chicle pegoteado dentro de mí. Arrancar su ausencia para encontrar mi soledad. Aquellos ojos que no miraron son los que adentro en el abismo del silencio sin fondo hacen que la desesperación no pueda vivir sin la mirada de ese otro.

Dime porque tienes carita de pena
Que tiene mi niña siendo santa y buena
Cuéntale a tu padre lo que a ti te pasa
Dime lo que tienes, reina de mi casa
Tu madre la pobre, no se donde esta

Dime lo que tienes
Dime lo que tienes
Dime lo que tienes
Dime la verdad

Mi niña Lola
Mi niña Lola
Ya no tiene la carita del color de la amapola

Tú no me ocultes tu pena
Pena de tu corazón
Cuéntame tu amarguras
Pa consolártelas yo

Mi niña Lola
Mi niña Lola
Se le ha puesto la carita
del color de la amapola

Siempre que te miro, mi niña bonita
Le rezo a la virgen que esta en la ermita
Cuéntale a tu padre lo que te ha pasao
Dime si algún hombre a ti te ha engañao
Hija de mi alma, no me llores más

Dime lo que tienes
Dime lo que tienes
Dime lo que tienes
Dime la verdad

Mi niña Lola
Mi niña Lola
Mientras que viva tu padre no estás en el mundo sola.

sábado, 19 de junio de 2010

Las distancias con Pinocho


Saqué con mis ojos aquellas fotos que no hizo.
La ruta se hizo de una eternidad que ya no quisiera transitar aún en esta otra tristeza de saberme no-eterna.
Tal vez fue transitar el ansia de deshacerme de las horas sin él.

Y allá, los haces de luz que doraron un eucalipto: una naturaleza muerta por palpar esta distancia que sí sé no quiero sea mía.

Una tarde que no fui.
Tarde que miré sin ver cada curva de un paisaje que no era nuestro.
Esa tarde de la Pampa me pinchó como el alfiler que se hundió entre la uña y la carne cuando busqué el encendedor en la cartera.
Un cigarrillo cuyo humo buscó en vano que bajara el vómito en mi garganta.
Pinocho gimió. Lo bajé del auto; hizo pis.